BionicWheelBot
Caminar y rodar como la araña «gimnasta»
Los nuevos sistemas de propulsión y las formas de movimiento rompedoras siempre han desempeñado un papel importante de nuestra Bionic Learning Network. Con el BionicWheelBot, el resultado es un robot andante con unas características muy especiales, inspiradas en las de la araña «gimnasta».
El modelo biológico del BionicWheelBot es la araña Cebrennus rechenbergi. Vive en el erg Chebbi, en el margen del desierto del Sahara. Allí es donde la descubrió Ingo Rechenberg, profesor de Biónica de la Universidad Técnica de Berlín, en el año 2008. Esta araña gimnasta puede caminar como el resto de arañas. Sin embargo, también puede avanzar hacia adelante con una secuencia combinada en la que rueda en el aire y en el suelo.
Una araña perfectamente adaptada a su espacio vital
De esta forma, se adapta perfectamente a su entorno: sobre una superficie plana, cuando rueda es el doble de rápida que cuando camina. Sin embargo, cuando la superficie es desigual, los pasos separados son una ventaja. Esto le permite moverse de forma segura y eficiente en el desierto, donde se encuentran ambos tipos de terreno.
Desde que la descubrió, el profesor Rechenberg ha trabajado en el traslado técnico de su patrón de movimiento. Los estudios sobre el comportamiento de la araña condujeron a la construcción de diferentes robots que pueden moverse en terrenos difíciles. Para crear el BionicWheelBot, este científico berlinés ha desarrollado la cinemática y el sistema de propulsión junto con nuestro equipo de biónica.
El BionicWheelBot: transformación del modo caminar al modo rodar
Para poder rodar, el BionicWheelBot junta las tres patas a la izquierda y a la derecha de su cuerpo para componer una rueda. Las dos patas que están plegadas mientras camina, ahora se extienden, impulsan a la araña hecha una bola desde el suelo y la empujan sin parar mientras rueda. Esto evita que el BionicWheelBot se quede atascado y le garantiza poder avanzar también sobre terrenos abruptos. En el modo rodar, la araña artificial, como su moderno natural, es considerablemente más rápida que en el de andar. El robot puede incluso soportar pendientes de hasta un 5 %.