La industria farmacéutica ya ensaya con pacientes 20 vacunas y 30 tratamientos contra el Covid-19
Los laboratorios farmacéuticos trabajan contrarreloj y a un ritmo nunca visto para encontrar una cura o una vacuna frente a la enfermedad Covid-19. Ya son 20 las vacunas que se están testando frente al coronavirus en todo el mundo, según los datos recogidos por la Federación Internacional de la Industria Farmacéutica (Ifpma), en colaboración con numerosos centros públicos. Las farmacéuticas CureVac, GSK, CSL, Johnson & Johnson, Sanofi o Pfizer son algunos de las que están desarrollando estas vacunas.
Además, según Ifpma –que recoge los datos de las otras dos grandes federaciones de la industria farmacéutica en todo el mundo, la europea Efpia, la estadounidense Phrma, y de la Asociación de la Industria Farmacéutica de Corea (Krpia)- los laboratorios tienen identificados hasta una treintena de medicamentos en desarrollo frente al coronavirus. Por primera vez, además se conoce cómo de avanzada está esa investigación: 14 están en la fase inicial de investigación; otros cuatro en la fase I de desarrollo (pruebas de seguridad en humanos) y tres en la fase II (eficacia y seguridad con pacientes), y uno ha comenzado los ensayos de fase III, la última antes de su aprobación y en la que se prueba en hospitales con cientos o miles de afectados.
"En la primera información elaborada por Farmaindustria sobre los avances en la investigación, del pasado 9 de marzo, las vacunas en desarrollo eran únicamente cuatro, y los medicamentos estudiados estaban todos en la primera fase de ensayos, lo que demuestra que la colaboración en la investigación sobre el virus en todo el mundo está dando sus frutos", refleja este jueves la patronal de compañías farmacéuticas en un comunicado. La mayoría de estos laboratorios están desarrollando sus investigaciones en colaboración con las dos grandes redes mundiales existentes para fomentar la I+D biomédica en estos casos: la Coalición para las Innovaciones y la Preparación para Epidemias (CEPI), en EEUU, y la Iniciativa de Medicamentos Innovadores (IMI), en la Unión Europea, según revela Farmindustria.
"En el desarrollo de una posible vacuna, los investigadores calculan que antes de 12 a 18 meses no será posible disponer de una eficaz", se recuerda desde Farmaindustria. Los ensayos clínicos con pacientes necesitan de meses de preparación y estudio, evaluando cada fase, y se deben sumar otra buena cantidad de meses para la fabricación industrial a escala global. Eso supondría que en el próximo invierno tampoco existirán vacunas frente a Covid-19 con bastantes probabilidades.
"Esta es la estimación en el mejor de los casos y supondría que una o dos de las primeras vacunas que están en desarrollo tuvieran finalmente éxito", se recuerda desde la Ifpma ya que apenas una de cada diez vacunas en investigación logra finalmente ser aprobada. “Por lo tanto, cuantas más compañías adopten diferentes enfoques para encontrar una vacuna, mayores posibilidades de éxito”, asegura el director general de la Federación Internacional de la Industria Farmacéutica, Thomas Cueni.
- ¿Qué empresas están tras el desarrollo de vacunas?
Los datos de la federación empresarial Ifpma indican que entre los candidatos a conseguir esta vacuna destaca la investigación de la farmacéutica alemana CureVac, que está desarrollando una vacuna profiláctica basada en la molécula ARNm contra el SARS-CoV-2 en colaboración con la alianza CEPI. CureVac espera comenzar el ensayo clínico a principios del verano en Alemania y Bélgica.
También el laboratorio británico GlaxoSmithKline (GSK) está desarrollando un proyecto junto con la CEPI. En este caso, GSK está poniendo a disposición su tecnología adyuvante para apoyar el rápido desarrollo de vacunas candidatas y está trabajando para ello con la Universidad de Queensland, en Australia. Además, se ha asociado con la empresa china de biotecnología Clover Biopharmaceuticals, a la que está proporcionando sus adyuvantes para avanzar en la investigación.
La compañía australiana CSL Limited también ha lanzado su programa de desarrollo de vacunas con la Universidad de Queensland, a la que en este caso se ha unido la compañía Seqirus con su tecnología adyuvante en la etapa de desarrollo preclínico.
También la multinacional Johnson & Johnson, a través de su división farmacéutica, Janssen, está trabajando con la Autoridad de Investigación y Desarrollo Avanzado Biomédico de EEUU (Barda) para acelerar el desarrollo de su vacuna contra el coronavirus. Igualmente, la compañía francesa Sanofi está investigando junto al Departamento de Salud de EEUU (HHS) para desarrollar una vacuna contra el coronavirus.
La estadounidense Novavax también avanza en el desarrollo de una vacuna candidata y tiene previsto comenzar los ensayos en humanos a finales de junio. Por último, la farmacéutica estadounidense Pfizer se ha asociado a la compañía Biontech para desarrollar conjuntamente un candidato a vacuna basado en la tecnología ARNm de Biontech para prevenir la infección por SARS-CoV-2. Estas compañías han anunciado que esperan empezar las pruebas clínicas a finales de abril.
A parte de la búsqueda de una vacuna, las compañías farmacéuticas también están trabajando en encontrar un tratamiento para los infectados por el virus SARS-CoV2. En cuanto a los posibles medicamentos se encuentran antivirales probados anteriormente en patógenos como el ébola y el VIH y otras líneas de investigación que incluyen inhibidores ACE (enzima convertidora de angiotensina), inhibidores de la proteasa o fármacos inmunoterápicos, antimaláricos y anticuerpos monoclonales, cuya actividad se ha visto relevante para hacer frente al nuevo coronavirus, según explican desde Farmaindustria.
Entre el grupo de medicamentos en estudio se encuentran también combinaciones de fármacos antivirales, como lopinavir y ritonavir, del laboratorio estadounidense AbbVie; el antiviral remdesivir, de Gilead, o el interferón, investigado por las farmacéuticas Roche, Merck y Bayer.
La suiza Roche también avanza con su anticuerpo monoclonal tocilizumab, que fue aprobado por China el pasado 5 de marzo para tratar a pacientes con complicaciones pulmonares por Covid-19, y ha anunciado el inicio de un ensayo de fase III con este fármaco. En esta línea, las compañías Regeneron Pharmaceuticals y Sanofi ya han iniciado un ensayo clínico para evaluar la seguridad y eficacia frente al coronavirus del anticuerpo monoclonal sarilumab, originalmente un medicamento para tratar la artritis.
Por último, la japonesa Takeda está iniciando el desarrollo de un fármaco derivado del plasma sanguíneo, la globulina hiperinmune policlonal, para tratar a los individuos de alto riesgo.
La patronal español de laboratorios también ha recogido dónde se están realizando ensayos con pacientes en España. Es el caso de los estudios con el antiviral rendesivir, de Gilead, en el que se ha anunciado la participación de ocho hospitales españoles: La Paz, Alcalá de Henares, Ramón y Cajal y el 12 de Octubre, en la Comunidad de Madrid; el Clínic y el Vall d’Hebrón, en Cataluña; el Hospital de Cruces, en País Vasco, y el Carlos Haya, en Andalucía. Además, la suiza Roche también ha anunciado que España será uno de los países que participe en el ensayo clínico con su fármaco tocilizumab.
"Destaca igualmente el reciente anuncio de un equipo de investigadores del hospital Germans Trias i Pujol, de Badalona, de desarrollar un ensayo clínico con una combinación de medicamentos y que ha recibido ya la luz verde de la Aemps para su puesta en marcha", apuntan desee Farminadustria. En concreto, el estudio probará la eficacia de la combinación de los antivirales darunavir y cobicistat, que se emplean contra el VIH, y también del uso de la hidroxicloroquina, un conocido fármaco contra la malaria. El estudio, liderado por dos investigadores de la Fundación Lucha contra el Sida, Oriol Mitjà y Bonaventura Clotet, cuenta con la colaboración de los laboratorios Rubió y de la filial española de Gebro Pharma.
Por su parte, la compañía catalana Grifols también anunció este miércoles que ha establecido un acuerdo con la agencia del medicamento estadounidense (FDA) para recoger plasma de pacientes recuperados del Covid-19, procesarlo y fabricar un nuevo producto llamado inmunoglobulina que usar en pacientes. El desarrollo de inmunoglobulinas específicas frente a esta infección podría abrir una vía comercial en el futuro para la compañía presidida por Víctor Grífols (actualmente esa colaboración es sin fines lucrativos en el marco de los estudios con pacientes) y un camino diferente al camino de vacunas y antivirales que estudian otros laboratorios en el mundo.
Además, la compañía informa que examinará e identificará a los donantes, juntamente con otros organismos de salud estadounidenses, y procesará el plasma para producir las inmunoglobulinas en sus instalaciones especialmente diseñadas y aisladas para enfermedades infecciosas en Clayton (Carolina del Norte, EE UU).
La FDA (agencia del medicamento americana) anunció este miércoles que está facilitando el acceso a plasma convaleciente proporcionado por empresas como Grifols que podrían acortar la duración o disminuir la gravedad de la enfermedad.