- Netskope defiende el despliegue de una estrategia de seguridad basada en tres pilares clave: la cooperación entre fabricantes, la visibilidad y el control y la gestión continua de los riesgos
Santa Clara, California. 2021.-. A la vista de los últimos incidentes y brechas de seguridad que están impactando contra empresas de todo el mundo, Netskope, compañía líder en soluciones de Seguridad Cloud, aboga por avanzar y desplegar una estrategia de seguridad sustentada en tres pilares clave: cooperación, visibilidad y control y la gestión permanente de los riesgos.
Colaboración y conocimiento del entorno
Desde la base de que los ciberataques son cada vez más sofisticados y su ritmo, lejos de decrecer, sigue incrementándose sin descanso, Netskope considera que la colaboración entre los distintos fabricantes y profesionales de la seguridad es más importante que nunca. La unidad, una mejor y mayor cooperación entre el sector público y privado en materia de seguridad y la compartición de información sobre amenazas ayudarán a superar las principales brechas y los ataques más complejos.
“Verlo todo, actuar inmediatamente”. Sin duda, dos objetivos que, desde el punto de vista de la seguridad, a todas las empresas les encantaría alcanzar. Sin embargo, la realidad evidencia que para lograrlo los responsables antes necesitan comprender qué significan y suponen realmente la visibilidad y el control. Se hace imprescindible, por tanto, comprender de forma rigurosa de lo que ocurre en las redes corporativas, con los datos y con las personas que acceden a ellos, en la totalidad del entorno y ecosistema ampliado.
La buena noticia es que la tecnología ya está ahí para permitirlo, incluso en entornos altamente distribuidos y en la nube. Netskope ofrece a sus clientes una visibilidad en tiempo real de la eficacia operativa de sus controles de seguridad en la nube: productos, servicios e infraestructura de apoyo.
Una gestión continua de los riesgos
A medida que las organizaciones siguen adoptando la nube, las viejas formas de pensar en la protección de datos ya no son efectivas. Así, por ejemplo, la concepción o idea que se mantiene sobre la Prevención de Pérdida de Datos (DLP) pertenece a una era de seguridad anterior a la nube. Dicha concepción, construida sobre la base de que los "objetos" están en un centro de datos, protegidos por un perímetro que evita que los datos se filtren "hacia fuera" y que otros entren "hacia dentro", ya no es válida.
La protección de los datos en la era de la nube tiene que ver, en última instancia, con el contexto; autorizar o deshabilitar el acceso a ellos a partir de la comprensión más profunda y granular posible de quién es el usuario, qué intenta hacer y por qué lo hace. Solo permitiendo que se definan controles de acceso condicionales teniendo en cuenta el contexto de los usuarios, las aplicaciones, los dispositivos y los datos, será posible realizar una gestión de riesgos continua, y no basada en una imagen incompleta o anticuada de nuestro entorno.