Recurso humano, clave para continuidad de manufactura en tiempos de pandemia
Para Panasonic Centroamericana, el personal capacitado se convirtió en un activo fundamental para mantener los procesos de fabricación y la continuidad de los negocios
La emergencia sanitaria generada por el COVID-19 puso a prueba protocolos y procesos establecidos en plantas de manufactura, para garantizar la fabricación de productos y la continuidad de los negocios, sin descuidar la salud y la seguridad de los colaboradores.
“Luego de 18 meses de pandemia, los ajustes dentro de los procesos de producción mundiales han sido analizados, modificados y puestos en marcha”, así lo explica Jorge Sánchez, gerente de Ambiente y Calidad en Panasonic Centroamericana.
Si bien el negocio de Panasonic en Costa Rica se vio afectado el año anterior tras la semana de cierre impuesta por el Gobierno de la República, la operación esencial de la planta de manufactura no se ha visto detenida; este éxito radica precisamente en la forma en que se manejaron los protocolos de seguridad y salud laboral.
Todas las líneas de producción de la compañía son automatizadas; sin embargo, uno de los puntos más críticos para la compañía fue el área de Empaque, pues los colaboradores deben permanecer cerca por el tipo de labor que realizan, razón por la cual se instalaron barreras físicas acrílicas y se distanciaron a 1.8 metros. En el caso de la cadena de logística y distribución se implementó un horario para la recolección del producto.
La compañía comparte el análisis realizado y las acciones tomadas para resguardar la salud de sus colaboradores, siendo su principal activo intangible:
· Plan estratégico: para definir las acciones iniciales de contención y la línea de comunicación con los empleados.
· Identificación de áreas críticas: con el objetivo de tomar medidas y no detener el proceso de fabricación.
· Personal con factores de riesgo: a través de encuestas y para chequeo médico e identificación de riesgos en su puesto de trabajo.
· Seguimiento médico: revisión diaria de síntomas por parte del médico de empresa para anticipar un contagio masivo.
· Contención de contagio: exigir la mascarilla del 100% para administrativos, operarios y cualquier visitante de la empresa, colocación de barreras físicas acrílicas, dispensadores de alcohol y toma de temperatura, entre otros.
· Aplicación de prueba PCR: para casos sospechosos y el costo de la misma asumido por la compañía.
· Reforzamiento de medidas de seguridad: dispositivos y sensores, que eviten el error humano, para minimizar que los colaboradores sufran accidentes laborales, reduciendo el ausentismo.
· Higienización de instalaciones: baños sanitarios, comedores, recepción y demás áreas comunes deben contar con el protocolo de distanciamiento, la limpieza diaria por el personal de aseo, desinfección semanal de instalaciones, reducción de aforo, jabón y alcohol, etc.
· Reuniones matutinas entre jefes de área y su equipos: para comunicar las acciones a realizar durante el día y comentar la situación de la empresa.
· Comunicación interna: definición de puntos informativos (pantallas, grupos de whatsapp, pizarras, boletines digitales) y realización de capacitaciones sobre uso de mascarilla y medidas de higiene.
· Carta de compromiso: para que los colaboradores se den por enterados de las medidas de salud a acatar dentro de la compañía, como parte de la responsabilidad de cuidarse entre todos.
“En el caso de Panasonic Centroamericana el personal operario es calificado, según su área de desempeño dentro de la planta, por lo que las acciones anteriores fueron previamente definidas entre el departamento de seguridad laboral y el equipo de ingenieros a cargo para garantizar la continuidad del negocio. En procesos de fabricación el recurso humano es fundamental”, amplió Sánchez.
Fuente: https://www.estrategiaynegocios.net/